El latín tiene cinco declinaciones diferentes, que se distinguen principalmente por la terminación de la raíz:
- Primera declinación: tema en -a, como por ejemplo rosa ("rosa")
- Segunda declinación: tema en -o, como por ejemplo amicus ("amigo")
- Tercera declinación: tema en consonante o en -i, como por ejemplo praetor ("pretor") o canis ("perro")
- Cuarta declinación: tema en -u, como por ejemplo senatus ("senado")
- Quinta declinación: tema en -e, como por ejemplo díes ("día")
Sin embargo, la evolución del latín ha provocado cambios fonéticos en la terminación de algunas palabras, haciendo que el nominativo por sí solo no siempre sirva para determinar a que declinación pertenece una palabra en concreto (por ejemplo, saltus, "salto"). Por este motivo, las palabras latinas se enuncian con el nominativo más el genitivo, y es en esta forma como se encuentran en la gran mayoría de diccionarios. Por ejemplo:
- natio, nationis, donde natio es el nominativo y nationis es el genitivo.
- bellum, belli, donde bellum es el nominativo y belli es el genitivo.
También se puede escribir el genitivo de forma abreviada. Así, los ejemplos anteriores se escribirían natio, -onis y bellum, -i.